Tema 4. “QUÉ PINTAN LOS NIÑOS”
En el siglo XIX se empezó a observar el mundo artístico infantil incluyendo
comportamientos y valoraciones. A algunos autores les extrañaba el interés por los dibujos infantiles con características expresivas y modelos propios del desarrollo psicológico.
Las investigaciones se alargaron hasta el siglo XX y a finales del XIX comenzaron a ver algunas publicaciones. Las teorías sobre el arte infantil se dividían en dos grupos: los procedentes de los psicólogos y las de teóricos de la estética. Así mismo había diferentes etapas dependiendo del autor, por ejemplo Sully y Lukens.
Las primeras investigaciones sobre el dibujo infantil se oponían al dibujo enseñado como técnica capaz de ofrecer el sentido de la precisión y el orden y era partidario, por el contrario del dibujo espontaneo, imaginativo, considerando que se puede dibujar en la medida en que podemos ver y descubrir la naturaleza. Se aplicaba su método que consistía en no tenerlo.
El niño es un artista con deseo innato por expresarse, y esa expresión natural se ve frustrada por los métodos de enseñanza formales, por eso ellos consideran que las personas más adecuadas para enseñar el arte son los propios artistas.
La defensa del arte infantil fue asumida por los artistas de las vanguardias históricas, que se habían considerado negativos en el dibujo infantil.
El niño les parecía el vínculo idóneo, ya que si se le ponía en contacto desde los primeros años con las formas y conceptos del arte moderno, éste los asumiría y los aceptaría.
August Macke señalaba que los niños son los mayores creadores, puesto que crean directamente a partir de sus sentimientos. Hay que aprender de los niños porque en ellos se encuentran el origen del arte.
El arte infantil en España se desarrolló tímidamente, debido a conflictos sociales y políticos, su aproximación se produjo desde lo educativo y artístico, fuertemente interrelacionados.
Masriera culminó con sus cursos de dibujo, dedicando parte a la evolución de este en los niños. Establece etapas: preliminar, en la que analiza los garabatos. No sigue el esquema evolutivo por edades, sino el análisis de contenidos. Estudia la figura humana y propone escalas de evolución del dibujo “representación objetiva del mundo exterior”: evolución del conocimiento del objeto, de su forma y de su aspecto gráfico, la manera como se desarrolla la impresión de la forma y de su aspecto gráfico y por último evolución técnica y de los medios de expresión.
Psicólogos, educadores y críticos se interesaron por el arte infantil.
Lowenfeld, para los niños el arte es “primordialmente un medio de expresión”.
Para analizar los dibujos existen diferentes formas: psicoanalítica, análisis del comportamiento, interpretación de la obra artística desde el punto de vista del desarrollo, interpretación de los profesores de arte.
Otros afirman que hay una similitud entre los estadios de Piaget y la evolución plástica.
Algunos hablan de tres periodos: las representaciones gráficas son producto de las ideas de los niños sobre los objetos, el resultado de su experiencia perceptiva como la fuente primordial de los contenidos y los dibujos van a ser estudiados más allá de su ejecución.
Freeman les ha llevado a estudiar dos áreas de producción de dibujo diferentes:
La manera en que los niños aprenden a representar la organización espacial de un solo objeto y el estudio de cómo aprenden a representar las relaciones entre dos objetos en una escena.
Su objetivo ha sido encontrar la formulación más simple para el arte, con el fin de que el educador hable con los niños sin interferir sus ideas sobre la valoración de las obras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario